Menta de grandes hojas con una fuerte fragancia que crece de forma natural en arroyos y zonas encharcadas, empleada tradicionalmente como planta medicinal y culinaria. Al igual que otras mentas se comporta como una planta vivaz, perdiendo prácticamente la parte aérea en invierno y rebrotando en la primavera temprana, llegando a alcanzar una altura de 100-150 cm. Florecerá abundantemente a partir de junio, con inflorescencias muy llamativas compuestas por pequeñas flores tubulares de color rosado.

Atendiendo a su hábitat, resulta una planta excelente, por su belleza y su poder aromático, para cultivar en estanques, siendo además una especie válida para la fitodepuración de aguas.