Kokedama Camaedorea (Chamaedorea elegans)

 

Kokedama es una técnica japonesa para realizar macetas orgánicas, donde el contenedor tradicional en el que se desarrolla la planta es sustituido por una bola de tierra y musgo. La mezcla y la proporción de los materiales que componen el sustrato puede variar, siendo común el empleo de turba y akadama. El resultado es una planta original y elegante, tanto en interiores como en un jardín, sobre un plato, madera, corcho o simplemente una piedra. 

 

Para su cuidado, generalmente se emplea el riego por inmersión, sumergiendo la bola de musgo durante unos segundos en un recipiente con agua y dejando que drene el exceso de humedad antes de volver a depositar la planta en su lugar. El tiempo de inmersión y la frecuencia del riego dependerá de las necesidades de cada planta. Si el kokedama se encuentra sobre un plato bastará con verter agua en el mismo y dejar que la bola la absorba por capilaridad.

 

Igualmente, el mantenimiento del kokedama también se relaciona con la especie cultivada, aunque podemos seguir algunas indicaciones generales:

 

  • Proteger la bola de musgo de una luz solar excesiva. Para que el musgo conserve el verdor que hace tan atractivo nuestro kokedama, escogeremos sobre todo plantas que puedan medrar sin la incidencia del sol directo. En La Mano Verde hacemos los kokedamas tanto con plantas de interior como con especies vivaces y arbustos de exterior que se adapten a estas condiciones de cultivo. Nos gustan especialmente los kokedamas realizados con plantas propias del sotobosque mediterráneo, como el durillo, el mirto, el acanto, la hiedra o el labiérnago. De esta manera interpretamos la técnica oriental con las plantas de nuestro entorno.
  • Las bolas de musgo retienen excelentemente la humedad, mejor que las macetas convencionales, por lo que los riegos no deben ser excesivos. Una manera sencilla de comprobar el grado de humedad del sustrato es tomando el kokedama y comprobando el peso de la bola. Si queremos, especialmente durante el verano, evitar que el musgo se seque en exceso, podemos emplear un pulverizador. De cualquier manera, el musgo, aunque presente síntomas de sequedad, está vivo, y reverdecerá con el cambio de estación y el aumento de la humedad ambiental.
  • Para el abonado de los kokedamas podemos emplear un fertilizante líquido biológico a base de algas marinas o humus de lombriz, disuelto en agua no calcárea y aplicado con un pulverizador. Por supuesto, las necesidades nutricionales de cada kokedama varían en función de las especies.