Tomillo de porte rastrero, muy ramificado, procedente de zonas semiáridas del sureste de la Península Ibérica (Murcía, Almería), que crece en espacios pedregosos hasta los 500 metros de altura.
Se caracteriza, como su nombre indica (el epíteto latino hyemalis significa "del invierno") por su bella floración violeta invernal, muy valiosa para las abejas dado que aparece más
tempranamente, en un momento en el que puede haber cierta escasez de flores silvestres. Al igual que otros tomillos se emplea tanto por sus propiedades medicinales como por su valor en la
cocina.